: Anoche no pude definitivamente aguantar mas la soledad de mi oscuro universo. Me decidí a engañar mi estilo de vida y salir de marcha con los amigos por los pocos bares que hubiera abiertos un dia entre semana como es. Pero poco a poco a mí volvia la nostalgia de los acontecimientos distintos, de la originalidad del momento. Efectivamente me estaba aburriendo, por ello decidí irme de nuevo a mi cuarto, solo. .::
: No quise ir por el camino de siempre, preferí dar una vuelta, un cambio de sentido hacia la zona mas oscura, hacia donde nada habia para aprovechar y la mayoria eran escombros. Caminando bajo la frialdad del invierno limeño, podía ver como poco a poco me salia del camino de luces de colores y adornos, perdiendome en la pobreza de los muros y la suciedad del asfalto. Calles escondidas y sin nombre que les resulta dificil recordar el sonido de la pisada de alguien nuevo. .::
: Cada paso que daba sonaba callado, como si mis pies se hubieran quedado mudos. Mi respiración se fundía con el sonido del viento entre los viejos materiales de construcción. A lo más alto de mi vista veia aquella Luna... siempre vistosa y de contínua vigilancia ante mi persona. Su belleza me cautivaba hasta el punto de sentirme un zombi. Su blanca luz se volvía solida segun se acercaba, como una neblina convertida en piedra. Sus cientos de miles de volcanes... circulares... perfectos y aleatorios. Sus manchas, miles de ellas, como aquella con forma de Angel. .::
: Un momento... una mancha no cambia de posición. Y mucho menos se sale del objeto. Podía contemplar incredulo como nuevamente veía aquella silueta escaparse y dividir el cielo como si de moises doblegando las aguas se tratara. Pero esta vez las nubes eran inexistentes, y en su lugar un cielo de egemonia se repartia ante mí. .::
: Esta vez no podía permitir que se escapara mi oportunidad. Alzé mi mano al cielo, buscando encontrarla, soñando con todas mis fuerzas volar. Mis tres pares de límbicas alas tomaron forma y de un breve y contundente aleteo cogí una velocidad atroz situandome inmediatamente frente a mi hasta ahora ansiada busqueda. .::
: Allí se encontraba ella ante mí. Se habia detenido, mirandome fijamente. No se si se encontraba tan extrañada como yo... o si en su mirada podía contemplar satisfacción por haber llamado mi atención. Rapidamente se giró, me dio una vuelta e intentó escapar (o almenos insinuarlo). Yo giré al mismo tiempo, situandome a sus espaldas, siguiendola a gran velocidad. Se convirtió en un juego del pilla pilla mágico, donde dibujabamos formas imaginarias a traves del aire. Ella me quiso impresionar, pues se puso a girar al puro estilo kamikaze. Yo no pude evitar sentirme herido en mi orgullo y sehuí su juego, girando una y otra vez a gran velocidad. Por mala suerte no debió estar muy segura pues superó su límite y se desmayo en pleno vuelo. .::
: Poco a poco empezó a caer a gran velocidad hacia el suelo. Plegué mis alas y descendí quemandome por el rozamiento del aire. Justo cuando su cuerpo iba a chocar contra el suelo pude hacer un giro y abriendo mis alas recogerla del suelo. Pero la fuerza fue tan grande que agarrado a ella choqué contra una puerta de madera vieja a ras del suelo. El portico estalló en miles de astillas y nosotros caimos al suelo dando vueltas, golpeandonos con el viejo marmol del viejo caserón. .::
: Finalmente tuvimos suerte. El suelo se volvió blando... pues se acabó el marmol y entramos en un gran patio. Los dos nos quedamos tirados en el suelo en una postura bastante comprometida. Yo tumbado, ella encima mía. Moví mi mano a su espalda, pues desde que vi aquella seda cubriendole la piel dias atrás... solo deseaba sentir su tacto antes de nada. Pero algo fallaba... donde debería haber ropa estaba tocando su calida y suave piel. Me erguí un poco y pude contemplar sonrojado que en la fuerte entrada su ropa se había quedado enganchada y desgarrada en un saliente. Ella se encontraba casi desnuda. Lo único que vestia su cuerpo era un delicado sujetador blanco nacar, con apenas unos reflejos como detalles, y un tanga del mismo estilo. .::
: La situación era bastante comprometida... intenté moverme para separarme, pero su largo pelo se habia enganchado en mi botón. Con cuidado me lo quité... pero ella se sobresaltó y se me quedó mirando en aquella provocativa situación. Ella desnuda, y yo quitandome los botones... efectivamente era de esperar el siguiente paso... una contundente bofetada que se me quedó marcada. Posterior al enfado ella sintió miedo y se alejo como una gatita asustada a un metro de mí. Sentada y mirandome... extrañada me contemplaba. .::
: No podía leer sus pensamientos, aunque lo deseaba con todas mis fuerzas. No se que pasó por su cabeza pero se puso de rodillas y se sentó sobre sus tobillos. Con las manos puestas en los muslos pareció perder la verguenza y me miraba dulcemente. Parece que comprendió por el entorno que yo la había salvado de matarse. .::
: Nos encontrábamos en un cesped interior. En un patio antiguo con altos ramajes, plantas mal cortadas y enredaderas infinitas que se anudaban contínuamente. Estatuas rotas nos contemplaban desde su petreo estado. Pero la chica no parece que quisiera parecerce a ellas... pues tardó poco en moverse, acercandose a mí. .::
: La situación no podía ser más provocativa e insinuante. Yo seguía levantando mi espalda del suelo mientras ella se acercaba contoneandose como un gatito a cuatro patas. En su boca había una sonrisa iluminada por la escasa luz de mi antigua amada, la Luna, que celosa se intentaba colar entre las hojas. Cuando estuvo cara a cara conmigo se aferró con su mano y me abrazó con fuerza. En ese momento sentí que ella necesitaba estar conmigo tanto como yo con ella. Dejé caer mi espalda y la abrazé con fuerza. El tiempo empezó a pasar y nos encontrabamos en esa pose de romanticismo fantástico, con nuestras alas aún extendidas, perdiendose las unas con las otras. .::
: Extrañamente el frio había desaparecido y había una calida sensación en el ambiente. Yo empecé a acariciar su pelo... su espalda... surcando con mi dedo cada curva. Ella parecía opinar que no estabamos en igualdad de condiciones... pues empezó a terminar de desabrochar los botones de mi camisa para posteriormente quitarmela. A continuación descendió lentamente por mi pecho, por mi abdomen, colocandose a la altura de mi cinturón. Lo desenganchó, desabrochó mis pantalones y con sinuosos movimientos los deslizó hasta conseguir quitarme incluso los zapatos de un único movimiento. .::
: Más desconcertante se encontraba ahora la situación. Me dejó solo con mis blancos boxers. Los dos nos encontrabamos abrazados, en ropa interior y con nuestras alas abrazandonos, dandonos calor. Sus caricias se volvian ahora más amplias, surcando mi cuerpo, desde mis abdominales hasta mi pecho, girando por los hombros para despues volver a bajar con las palmas extendidas hasta mi ombligo. Yo surqué con mis manos el recorrido que me marcaban sus muslos, pasando por sus gluteos, subiendo por las caderas y terminando en sus brazos. Aproveché ese momento de dominación sobre ella para girarme y colocarme encima. Los dos totalmente tumbados... uno contra el otro. Puse las manos a ambos lado de ella... y me deslizé suavemente rumbo abajo. Cuando me situé a la altura de su tanga ella abrió los ojos de par en par, pero antes de que me mal interpretara de sobre manera volví a subir un poco, besé un brillantito del elástico superior de la ropa interior y a partir de ahí fuí rozando con mis labios su cuerpo hasta el ombligo. Ella se relajó completamente, dejando las alas caer sobre mí como si perdiera toda tensión y sintiera algo que siempre llevaba dentro... esperando que alguien al fín se lo consiguiera sacar. Besé su ombliguito y despues de hacerle cosquillas con mi labio inferior subí poco a poco por la curva, pasando entre sus pechos con besos, marcando con mordisquitos suaves su cuello. Cuando estuvimos cara a cara de nuevo fue distinto... ahora al fin veia claramente su rostro. Era tan bella... era como si fuera de otra planeta. Las lineas de su rostro recortaban el espacio. Sus ojos iluminaban la estancia, acompañados de una sonrisa provocativa, una sonrisa que me llenaba de placer y sensualidad. No pude resistirme al instante y descendiendo mi cabeza besé sus labios. Nos fundimos en un beso de placer eterno. Cada pluma se erizó como si estuvieramos cargados de electricidad estática. Por un momentó pense que aquello era un sueño del cual no deseaba despertar... pero los minutos pasaban, las caricias continuaban, los besos se volvian más provocativos y todo seguía siendo real. Emanábamos luz de toda la pasión que habíamos estado conteniendo para ese momento... sabíamos que eramos únicos, y que todo lo anterior vivido era simplemente pecado. Aquello era algo demasiado boníto y puro como para ser malo. Nos sentíamos como dos... como dos... como dos verdaderos Ángeles. .::
: La noche se alargó, llegamos a la cuspide de la pasión... para posteriormente descender en la calma del amor. No se cuanto tiempo estuvimos abrazados... sin hablar... solo mirandonos. Llegó un instante en que ni me importaba lo que pensara. Nuestros ojos se cerraron y soñamos con que era eterno. Nos quedamos los dos dormidos... por lo tanto no lo había soñado. .::
: Al dia siguiente me desperté con los primeros rayos del sol. Al principio no me acordaba de nada... pero al ver el lugar me acorde de mi bello cuento de hadas en la noche. Ojala no me hubiera acordado pues el dolor habría sido nulo al descubrir que me encontraba nuevamente solo. Ella se había ido. Había recogido su ropa y la mía se encontraba doblada a mi lado. Lo único que pareció deseo que conservara de ella fue un lazo celeste... suave como la tela de sus ropajes. Lamenté que no hubiera sido un zapatito de cristal, para repetir aquel cuento. Por lo tanto me vestí con una extraña sensación... no sabía si sentirme triste o alegrarme. Me alejé del lugar hacia mi casa con un solo pensamiento... una única pregunta "¿Me volverá a buscar?". No lo se. No entiendo su huida... pero si no regresa pronto a mi lado... volveré a sentirme un desdichado. Y esta vez ya si... ya no merecerá la pena seguir viviendo... sin ella a mi lado. .::
: No quise ir por el camino de siempre, preferí dar una vuelta, un cambio de sentido hacia la zona mas oscura, hacia donde nada habia para aprovechar y la mayoria eran escombros. Caminando bajo la frialdad del invierno limeño, podía ver como poco a poco me salia del camino de luces de colores y adornos, perdiendome en la pobreza de los muros y la suciedad del asfalto. Calles escondidas y sin nombre que les resulta dificil recordar el sonido de la pisada de alguien nuevo. .::
: Cada paso que daba sonaba callado, como si mis pies se hubieran quedado mudos. Mi respiración se fundía con el sonido del viento entre los viejos materiales de construcción. A lo más alto de mi vista veia aquella Luna... siempre vistosa y de contínua vigilancia ante mi persona. Su belleza me cautivaba hasta el punto de sentirme un zombi. Su blanca luz se volvía solida segun se acercaba, como una neblina convertida en piedra. Sus cientos de miles de volcanes... circulares... perfectos y aleatorios. Sus manchas, miles de ellas, como aquella con forma de Angel. .::
: Un momento... una mancha no cambia de posición. Y mucho menos se sale del objeto. Podía contemplar incredulo como nuevamente veía aquella silueta escaparse y dividir el cielo como si de moises doblegando las aguas se tratara. Pero esta vez las nubes eran inexistentes, y en su lugar un cielo de egemonia se repartia ante mí. .::
: Esta vez no podía permitir que se escapara mi oportunidad. Alzé mi mano al cielo, buscando encontrarla, soñando con todas mis fuerzas volar. Mis tres pares de límbicas alas tomaron forma y de un breve y contundente aleteo cogí una velocidad atroz situandome inmediatamente frente a mi hasta ahora ansiada busqueda. .::
: Allí se encontraba ella ante mí. Se habia detenido, mirandome fijamente. No se si se encontraba tan extrañada como yo... o si en su mirada podía contemplar satisfacción por haber llamado mi atención. Rapidamente se giró, me dio una vuelta e intentó escapar (o almenos insinuarlo). Yo giré al mismo tiempo, situandome a sus espaldas, siguiendola a gran velocidad. Se convirtió en un juego del pilla pilla mágico, donde dibujabamos formas imaginarias a traves del aire. Ella me quiso impresionar, pues se puso a girar al puro estilo kamikaze. Yo no pude evitar sentirme herido en mi orgullo y sehuí su juego, girando una y otra vez a gran velocidad. Por mala suerte no debió estar muy segura pues superó su límite y se desmayo en pleno vuelo. .::
: Poco a poco empezó a caer a gran velocidad hacia el suelo. Plegué mis alas y descendí quemandome por el rozamiento del aire. Justo cuando su cuerpo iba a chocar contra el suelo pude hacer un giro y abriendo mis alas recogerla del suelo. Pero la fuerza fue tan grande que agarrado a ella choqué contra una puerta de madera vieja a ras del suelo. El portico estalló en miles de astillas y nosotros caimos al suelo dando vueltas, golpeandonos con el viejo marmol del viejo caserón. .::
: Finalmente tuvimos suerte. El suelo se volvió blando... pues se acabó el marmol y entramos en un gran patio. Los dos nos quedamos tirados en el suelo en una postura bastante comprometida. Yo tumbado, ella encima mía. Moví mi mano a su espalda, pues desde que vi aquella seda cubriendole la piel dias atrás... solo deseaba sentir su tacto antes de nada. Pero algo fallaba... donde debería haber ropa estaba tocando su calida y suave piel. Me erguí un poco y pude contemplar sonrojado que en la fuerte entrada su ropa se había quedado enganchada y desgarrada en un saliente. Ella se encontraba casi desnuda. Lo único que vestia su cuerpo era un delicado sujetador blanco nacar, con apenas unos reflejos como detalles, y un tanga del mismo estilo. .::
: La situación era bastante comprometida... intenté moverme para separarme, pero su largo pelo se habia enganchado en mi botón. Con cuidado me lo quité... pero ella se sobresaltó y se me quedó mirando en aquella provocativa situación. Ella desnuda, y yo quitandome los botones... efectivamente era de esperar el siguiente paso... una contundente bofetada que se me quedó marcada. Posterior al enfado ella sintió miedo y se alejo como una gatita asustada a un metro de mí. Sentada y mirandome... extrañada me contemplaba. .::
: No podía leer sus pensamientos, aunque lo deseaba con todas mis fuerzas. No se que pasó por su cabeza pero se puso de rodillas y se sentó sobre sus tobillos. Con las manos puestas en los muslos pareció perder la verguenza y me miraba dulcemente. Parece que comprendió por el entorno que yo la había salvado de matarse. .::
: Nos encontrábamos en un cesped interior. En un patio antiguo con altos ramajes, plantas mal cortadas y enredaderas infinitas que se anudaban contínuamente. Estatuas rotas nos contemplaban desde su petreo estado. Pero la chica no parece que quisiera parecerce a ellas... pues tardó poco en moverse, acercandose a mí. .::
: La situación no podía ser más provocativa e insinuante. Yo seguía levantando mi espalda del suelo mientras ella se acercaba contoneandose como un gatito a cuatro patas. En su boca había una sonrisa iluminada por la escasa luz de mi antigua amada, la Luna, que celosa se intentaba colar entre las hojas. Cuando estuvo cara a cara conmigo se aferró con su mano y me abrazó con fuerza. En ese momento sentí que ella necesitaba estar conmigo tanto como yo con ella. Dejé caer mi espalda y la abrazé con fuerza. El tiempo empezó a pasar y nos encontrabamos en esa pose de romanticismo fantástico, con nuestras alas aún extendidas, perdiendose las unas con las otras. .::
: Extrañamente el frio había desaparecido y había una calida sensación en el ambiente. Yo empecé a acariciar su pelo... su espalda... surcando con mi dedo cada curva. Ella parecía opinar que no estabamos en igualdad de condiciones... pues empezó a terminar de desabrochar los botones de mi camisa para posteriormente quitarmela. A continuación descendió lentamente por mi pecho, por mi abdomen, colocandose a la altura de mi cinturón. Lo desenganchó, desabrochó mis pantalones y con sinuosos movimientos los deslizó hasta conseguir quitarme incluso los zapatos de un único movimiento. .::
: Más desconcertante se encontraba ahora la situación. Me dejó solo con mis blancos boxers. Los dos nos encontrabamos abrazados, en ropa interior y con nuestras alas abrazandonos, dandonos calor. Sus caricias se volvian ahora más amplias, surcando mi cuerpo, desde mis abdominales hasta mi pecho, girando por los hombros para despues volver a bajar con las palmas extendidas hasta mi ombligo. Yo surqué con mis manos el recorrido que me marcaban sus muslos, pasando por sus gluteos, subiendo por las caderas y terminando en sus brazos. Aproveché ese momento de dominación sobre ella para girarme y colocarme encima. Los dos totalmente tumbados... uno contra el otro. Puse las manos a ambos lado de ella... y me deslizé suavemente rumbo abajo. Cuando me situé a la altura de su tanga ella abrió los ojos de par en par, pero antes de que me mal interpretara de sobre manera volví a subir un poco, besé un brillantito del elástico superior de la ropa interior y a partir de ahí fuí rozando con mis labios su cuerpo hasta el ombligo. Ella se relajó completamente, dejando las alas caer sobre mí como si perdiera toda tensión y sintiera algo que siempre llevaba dentro... esperando que alguien al fín se lo consiguiera sacar. Besé su ombliguito y despues de hacerle cosquillas con mi labio inferior subí poco a poco por la curva, pasando entre sus pechos con besos, marcando con mordisquitos suaves su cuello. Cuando estuvimos cara a cara de nuevo fue distinto... ahora al fin veia claramente su rostro. Era tan bella... era como si fuera de otra planeta. Las lineas de su rostro recortaban el espacio. Sus ojos iluminaban la estancia, acompañados de una sonrisa provocativa, una sonrisa que me llenaba de placer y sensualidad. No pude resistirme al instante y descendiendo mi cabeza besé sus labios. Nos fundimos en un beso de placer eterno. Cada pluma se erizó como si estuvieramos cargados de electricidad estática. Por un momentó pense que aquello era un sueño del cual no deseaba despertar... pero los minutos pasaban, las caricias continuaban, los besos se volvian más provocativos y todo seguía siendo real. Emanábamos luz de toda la pasión que habíamos estado conteniendo para ese momento... sabíamos que eramos únicos, y que todo lo anterior vivido era simplemente pecado. Aquello era algo demasiado boníto y puro como para ser malo. Nos sentíamos como dos... como dos... como dos verdaderos Ángeles. .::
: La noche se alargó, llegamos a la cuspide de la pasión... para posteriormente descender en la calma del amor. No se cuanto tiempo estuvimos abrazados... sin hablar... solo mirandonos. Llegó un instante en que ni me importaba lo que pensara. Nuestros ojos se cerraron y soñamos con que era eterno. Nos quedamos los dos dormidos... por lo tanto no lo había soñado. .::
: Al dia siguiente me desperté con los primeros rayos del sol. Al principio no me acordaba de nada... pero al ver el lugar me acorde de mi bello cuento de hadas en la noche. Ojala no me hubiera acordado pues el dolor habría sido nulo al descubrir que me encontraba nuevamente solo. Ella se había ido. Había recogido su ropa y la mía se encontraba doblada a mi lado. Lo único que pareció deseo que conservara de ella fue un lazo celeste... suave como la tela de sus ropajes. Lamenté que no hubiera sido un zapatito de cristal, para repetir aquel cuento. Por lo tanto me vestí con una extraña sensación... no sabía si sentirme triste o alegrarme. Me alejé del lugar hacia mi casa con un solo pensamiento... una única pregunta "¿Me volverá a buscar?". No lo se. No entiendo su huida... pero si no regresa pronto a mi lado... volveré a sentirme un desdichado. Y esta vez ya si... ya no merecerá la pena seguir viviendo... sin ella a mi lado. .::
†
"un largo camino te conducira lejano al mio,
Dulce violeta te vas y no me speras ya
...ya no quiero estar ni un instante tan profundo separado de tu espiral de piel y de tu voz
...ya no puedo mas, estoy de un azul brillante vagabundo,
luna escondida no te puedo encontrar, aunque solo de mi alma dibujaste tu lado oscuro"
DEJA TU SANGRE
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